El estrés nos protegía antiguamente ante la eminencia de un peligro, cuando teníamos que echar a correr si nos atacaba un león.
Actualmente además lo tenemos cronificado cuando se crea el problema y todo en nuestro día a día lo clasificamos como un riesgo. El organismo cree que está siendo atacado por pensamientos irracionales, la amígdala de nuestro cerebro se ablanda, vemos más peligros y entramos en un círculo vicioso en el cuál nos vemos perseguimos por nuestras amenazas.
Vivir situaciones de estrés nos crea ansiedad y también destruye nuestras células vitales.
La multitarea además nos hace estar siempre ocupados, y nos creemos que al tenerlo todo bajo control somos más es eficaces.
Vivimos momentos inciertos sí y en la única cosa que realmente he de confiar es que me pueda adaptar a esta incertidumbre, controla lo que dependa directamente de ti, no lo que no está bajo tu voluntad.
La vida no nos la podemos meter en el bolsillo, la vida a menudo tiene otros planes, y la mayoría de las veces no son los nuestros.
La aceptación es el punto de partida para cambiar nuestra vida.
Y qué podemos hacer para regular nuestro estrés?
Respirar adecuadamente
Alimentarnos saludable y equilibradamente
Tener un orden y disciplina en nuestras vidas
Mantener en calma la mente practicando yoga o ejercicio que nos satisfaga
Meditar o cerrar los ojos unos minutos (fomenta la resilencia y aumenta el pensamiento cognitivo)
Poner atención plena en mi (practicar Mindfullness)
Estar conectado con los demás, mejor si es desde el corazón
Liberar cualquier emoción y echarse a llorar si me surge (la dopamina y la serotonina regulan y calman nuestros sentimientos)
Generar compasión en mi y los demás.
Generar estados de gratitud sin esperar algo a cambio
No tomarse la vida tan en serio a pesar de la situación que vivimos, siempre ha de haber lugar para la alegría!
Os propongo un ejercicio para reducir nuestro estrés y aumentar nuestra felicidad:
Después de 10 días de confinamiento has podido darte cuenta de muchas cosas, escribe porqué y por quién sientes gratitud en estos momentos.
Y relájate, la vida no la podemos controlar. Desde la tranquilidad en nuestra mirada, podremos siempre descansar y vivir mejor nuestras vidas.
Haz de este tiempo en casa, algo bello, algo propio, algo tuyo, disfruta de la calma.