Llevas las riendas de tu vida?
Cuestionamos todo y a todos sin darnos cuenta de que quizás son válidas, tu realidad y la mía. Nos inventamos un relato para sobre llevar nuestra armadura que creemos nos protege de nuestras justificaciones o creencias adquiridas durante toda nuestra vida. El camino de aprendizaje es responsabilizarme con lo que me venga por más grave o duro que sea, la vida te da una oportunidad de ordenar las piezas de tu realidad y empezar a crear nuevos hábitos con quien hoy eres.
Es tiempo de sacarnos nuestras armaduras de antaño y responsabilizarnos con la persona en la cuál nos hemos convertido en esta última época pero nos negamos a sentir el dolor necesario que se genera cuando empiezo a descubrirme y eso sólo es posible si me veo capaz en ahondar en mi propio kaos interno.
Para ello es necesario que la vida nos vaya sacudiendo de vez en cuando y se generen períodos de crisis, cómo los que estamos viviendo últimamente, ya que nos dan la oportunidad de cambiar y soltar las creencias o las maneras de actuar que ya no son válidas; puesto que se me repiten una y otra vez. Cuando caen nuestras estructuras, hay que ir con calma, sentir la vulnerabilidad, experimentar con los cinco sentidos y encontrar nuevas soluciones. Date cuenta de que hay una gran variedad de realidades por descubrir y con las cuales crecer en honestidad contigo, reconstruyéndote para ser tú quien genuinamente empieces a crear tú propio orden; tú nuevo hogar.
Y ten por seguro de que cuando vuelvas a caer en los patrones de conducta de siempre esta vez tendrás los ojos abiertos, sé que cuesta pero cuando me doy cuenta y me responsabilizo por algo que vale la pena, creo la nueva vida que quiero, una nueva manera de relacionarme con los demás; me responsabilizo de la situación que estoy viviendo y vuelve la motivación que me guía en mi camino, creando nuevos hábitos, rutinas y deseos.
Se abre un período sanador responsabilizándonos del hacer; poner orden en lo caótico y expulsar lo que ya no nos sirve.
La constancia es una forma de amor propio y el discernimiento un apoyo personal, los nuevos hábitos nos crean a nosotros y hacen de puente entre tú y yo para un mejor entendimiento. Si nos empeñamos en recuperar el pasado, en querer volver a vivir como antes; estaremos malogrando nuestro presente y dejaremos de construir nuestros sueños.