La Terapia Gestalt es un tipo de un terapia Humanista, integradora y holística.
Es Humanista porque promueve la integración humana de la persona. Es decir, ante todo la persona, el cliente, es un ser humano y debe ser tratado como tal, con sus resistencias, sus dificultades y sus limitaciones. Los terapeutas buscaremos la integración de ésta como un todo atendiendo a una visión integradora y holística, es decir, mente-cuerpo-emoción.
La Gestalt se enfoca fundamentalmente en los procesos y no en los contenidos, la atención recae en el «aquí y ahora»; en lo que se está pensando y sintiendo, no en lo que pudo haber sido o debería ser. Vivir y sentir la realidad. Da más importancia al como y al para qué que al porqué. El terapeuta participa como testigo directo del propio proceso de la persona, ayudándola pero sin juzgar lo que a ésta le pasa o le ocurre.
Esto lo desarrolla a través del «darse cuenta» (awareness), la persona va adquiriendo más conciencia de sus acciones, es ella misma la que tiene que darse cuenta de que sucede (consciousness). De este modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y poder actuar de un modo mas libre, sin respuestas que estén fijadas del pasado por bloqueos o asuntos inconclusos. De la misma manera, la persona va adquiriendo más auto-apoyo, conoce cuáles son sus recursos y herramientas para vivir de un modo más sano, y paralelamente, adquiere más autorresponsabilidad de cómo se siente, cómo piensa y cómo actúa.
Las herramientas de las que dispone el terapeuta son él mismo y sus propios recursos, así como, el cliente y sus propios recursos.
La Gestalt cree en la autorregulación organística del cuerpo y confía en que todo lo que desarrolla la persona es para facilitar su supervivencia y bienestar.
Esta no está hecha sólo para tratar enfermedades sino también para desarrollar el potencial humano.