La Terapia Gestalt supuso un antes y un después en mi camino, no sólo por lo mucho que me ayudó a reconocerme, sino porqué me ayuda a ser y sentirme mejor persona adoptando las decisiones adecuadas que necesito en mi momento presente.
Durante mi proceso terapéutico pude ir descubriendo el porqué de mis miedos y mis inseguridades, y poco a poco fui comprendiendo por qué me ocurría todo. Me responsabilicé de lo que sentía, vi dónde estaban mis límites para poder cuidarme de mi misma y al mejorar mi autoestima; mi vida empezó poco a poco a regularse tal y como yo preciso.