Te consideras el héroe o la heroína de tu vida?
Te mantienes firme a tus convicciones y luchas por lo que crees sin resentimiento o temor?
En la vida no podemos tenerlo todo bajo control, cuando se avecina una tormenta o bien salimos a la defensiva o nos recogemos atemorizados y en ambos casos el miedo es el que nos hace reaccionar y la emoción que emerge detrás es la Ira.
Hemos creado una sociedad frágil que nos hace sentirnos vulnerables con nuestra salud, economía, familia…y es un virus el que nos ha llevado a conectar con toda esta fragilidad!
En nuestra vida nos relacionamos diariamente con circunstancias internas y externas. Mientras las primeras están en mis manos las otras requieren de mi aceptación y difícilmente son controlables. Los conflictos aparecen cuando me peleo con las circunstancias externas proyectando en ellas, mis creencias, las que heredé de mis padres, las que me dicta la sociedad… Aparecen la rabia, la frustración, los miedos que cambian mi realidad interna y es entonces cuando explota esta ira incontrolada arrasando con todo lo que tiene delante dejando el campo de batalla sembrado de arrepentimiento y muy pocas veces de firmes convicciones.
He de observar como pongo los límites en mi vida; me pongo a la defensiva o bien al ataque?
Cuando no pongo límites caigo en la manipulación y la victimización; si lo hago en exceso conecto con mucha rabia acumulada y esta es demasiado violenta, agresiva e impaciente, también egoísta y tampoco es capaz de reconciliarse con los demás.
Cuál es el dolor que se protege de mi rabia?
He de darme cuenta que no tengo que pelear conmigo mismo/a ni con mi entorno, si no conectar y recoger a mi niño/a interno/a que alguna vez sintió dolor y mucha rabia ante la falta de atención cuando más la necesitaba.
Para transformarla debo observar el nivel de rabia que hay en mi, sin juzgarla con soberanía interna viendo mi manera de actuar frente a la polaridad entre el bien y el mal. Esto me permitirá liberarla y conectar con nuestro guerrero/a interno/a de una manera sana:
haciendo deporte, dándome permiso de gritar si estoy cabreado o golpear un cojín si me siento frustrado, trabajando la bioenergética con algún ejercicio de corporal de descarga que puede ser una danza africana…
Tener una buena relación con tu guerrero/a te dará el valor y coraje para salir de tu zona de confort, conseguir lo que necesites y saber poner sanos límites. Esto no es un camino fácil, pero los héroes luchan contra sus propios miedos e inseguridades; el valor es salir a actuar y sostener mi propio miedo y no dejar que me paralice. Esto implica también ser consciente de mis dificultades, aceptarlas, darles espacio y conectar con mi amor propio.
El camino de los Héroes y de las Heroínas empieza y termina en nuestro corazón.
Es una llamada a tener coraje, energía y valor y tener fe en que voy a conseguir mis objetivos al conectar así con nuestro guerrero interno empoderado, este es capaz de tomar iniciativas, generar coraje, ver al otro y tenderle puentes de conexión o ponerles sanos límites cuando es preciso.
Descubro entonces a mi guerrero Samurái firme en sus convicciones internas y que lucha por lo que verdaderamente cree en lugar de identificarme con el Vikingo que arrasa con todo.
El verdadero significado del Samurái es “el que sirve” y sus virtudes “el camino de Guerrero-Bushido” son:
1. Gi (Justicia)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya.
2. Yuuki (Valor heroico)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3. Jin (Compasión)
El Samurái debe tener compasión, debe ayudar a sus hermanos en cualquier oportunidad. Si ésta no surge, se sale de su camino para encontrarla.
4. Rei (Cortesía)
Ser un guerrero no justifica la crueldad. Los samuráis no tienen motivos para ser crueles, no necesitan demostrar su fuerza a nadie salvo a sí mismos. Un Samurái siempre debe ser cortés, especialmente con respeto hacia sus enemigos.
5. Meiyo (Honor)
El auténtico Samurái sólo tiene un juez de su honor: él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. Nadie puede ocultarse de sí mismo, y los Samuráis no son una excepción.
6. Makoto (Sinceridad absoluta)
Cuando un Samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en este mundo lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de dar su palabra, no ha de prometer. El simple hecho de hablar pone en movimiento el acto de hacer.
7. Chuugi (Deber y lealtad)
Para el Samurái haber hecho o dicho “algo” significa que ese “algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Para aquello de lo que es responsable permanece fieramente fiel y las palabras de un samurái son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.